sábado, 14 de noviembre de 2020

La Mística sigue intacta...



 

Paisaje de Catamarca...

lunes, 20 de julio de 2020

Desde la Cuesta del Portezuelo, mirando abajo....







domingo, 31 de mayo de 2020

La Vieja Estación...


Dicen que las vías del tren trajo desarrollo económico y conectividad a muchas localidades en todo el país, el progreso y el desarrollo urbanístico alrededor de los principales pueblos o ciudades a lo largo y ancho de la argentina ha sido no solo un logro tecnológico sino también un logro exitoso del progreso con afán de recolectar las más variadas materias primas de este suelo tan rico. Y en ese entonces el progreso bendecía a los pueblos olvidados y diezmados que vieron las primeras oportunidades, poder  viajar de forma decente, de vender y adquirir cosas, la posibilidad de desarrollarse económicamente en un tiempo donde su economía era de subsistencia y de otras tantas cosas que hoy, ni siquiera valoramos.
El progreso llegó a Catamarca, en 1888 cuando se inauguró la primera red ferroviaria, junto a la creación del banco, consolidó la estabilidad económica de la región junto a la creación del banco. Luego  En 1908 durante el mandato del Gobernador Emilio Molina, se termina el ramal ferroviario a Tinogasta, en 1912 durante el gobierno de Emilio Molina, se inauguró el tramo ferroviario hacía el oeste de la provincia, Andalgalá y Tinogasta. Ya en 1913: se construye el primer tramo del ferrocarril a Tucumán (12 kilómetros), entre la ciudad capital y Santa Cruz. Durante el segundo gobierno de Ramón C. Ahumada, en 1920, se construyó el terraplén para el ferrocarril entre Catamarca y Tucumán, llegando hasta las proximidades de La Merced.
Este ferrocarril transandino que nos relacionaría con Chile y a su vez con los países de Asia, quedó trunco. Del primer proyecto, sólo quedaron los Túneles de La Merced, como así también los menos conocidos Túneles de Rumi Punco en la vecina provincia de Tucumán.
En 1924 durante el gobierno de Agustín Madueño, se culmina con el tendido del ferrocarril a Tucumán, entre las estaciones Mota Botello y la localidad de La Merced. Este trazado se extendía a través de los departamentos Capital, Valle Viejo y Paclín. Y se caracterizaba por ser un ramal de la red de vía estrecha del Ferrocarril General Belgrano, cuya extensión es de 54,8 km​ entre las cabeceras Catamarca y Superí. Corría mayormente paralela a la antigua Ruta Nacional 38.
La década del 20, está íntimamente ligada a los túneles del Totoral o de la Merced. El gobernador de la provincia, Dr. Ramón Ahumada, fue el primero en realizar gestiones con el fin de concretar la unión ferroviaria de Catamarca, a través del Totoral con Tucumán y, con todo el norte argentino. Este ramal ferroviario, tenía como objetivo permitir el vínculo, hacia el Norte, con Salta, Jujuy, Tucumán y Santiago del Estero y hacia el Sur con La Rioja, Córdoba, San Juan y Mendoza. El segundo proyecto de integración era unir, a través del sistema ferroviario a Catamarca y al norte del país con Chile, aprovechando el Paso de San Francisco. Una visión de integración, de desarrollo y de futuro, ideas que aun hoy tienen y que han cobrado mas fuerza en este ultimo tiempo.
Desde la cabecera que era la Estación Central ubicada en San Fernando del Valle de Catamarca en lo que hoy es el Palacio Municipal de la Capital contaba con  nueve estaciones incluida la estación final del Ramal.
Catamarca-Sumalao-Mota Botello- Portezuelo-Rafael Castillo-Salcedo-Cerviño-Amadores-Superí.
Las estaciones en su mayoría y de acuerdo a relatos  eran construcciones de piedra que se conformaban por una boletería, una oficina de correo telegráfico, baños para el público, una galería andén con bancos de madera donde los pasajeros podían esperar el arribo del tren y dependencias donde vivía la familia de los cuidadores de la estación. Contaba con un deposito (tanque de Agua) que épocas de creciente sobre todo en el verano cuando el pueblo no podía sacar agua del río, podían distribuir a los pobladores, para consumo propio o para el mismísimo tren en caso de no tener lo suficiente.
El tren a vapor tenía la particularidad de  configurarse como tren de carga y de pasajeros, es decir con cuatro vagones de los cuales según la necesidad podía tener más vagones de pasajeros o de carga.  

Luego de la Maquina a vapor, éste,  llevaba un vagón  de material combustible que en la mayoría de las veces era de leña más precisamente quebracho colorado, trozado  o carbón pero el último no estoy en condiciones de asegurarlo. El material combustible era la materia prima de la caldera cuya funcion la de convertir el agua en vapor quien activaba el mecanismo de tracción 

Prestaba un servicio Regular entre Catamarca-La Merced todos los días. A la mañana temprano, al mediodía y a la tarde. 
La estación del tren se transformó no solo en un punto de acceso a un medio de transporte masivo del pueblo, sino también comunicación ya que contaba con una oficia postal y telegráfica, un lugar de desarrollo económico para algunas familias ya que les permitía vender algunos productos de producción casera sino también un punto de reunión y divertimento para la época.
El vestirse bien para ir a ver quien venía en el tren o pasaba a otro pueblo era casi tan importante como asistir a misa. Quien sabe que dama o caballero pasaría en la ventana de aquel vagón dejando escabullir entre sus ventanas alguna mirada o sonrisa picarona.
Los trenes en épocas invernales muy frías a lo largo de la traza de El Portezuelo muchas veces  tiraban al costado de las vías leña para algunos vecinos, siendo los changos chicos quienes corrían a recoger para llevarle a su padres y poder utilizarlos en la cocina, que a diferencia de los tiempos que vendrán otra vez en nombre de el progreso sera reemplazado por la cocina a gas.
La creación de este ramal trajo consigo la necesidad de ocupar la mano de obra y en aquellos pueblos olvidados con las necesidades que eran bastantes ser bendecido con un nombramiento de un organismo federal implicaba inmediatamente un ascenso en la escala social. No por la cantidad económica en si, sino por lo que significaba ser un asalariado. 
Y en lo simbólico, eras hijo de un FERROVIARIO, implicaba una paga regular, constante, con algunos beneficios, que para la época y la región eran lujos imposibles de imaginar. 
Tengamos en cuenta que mucha gente trabajaba de sol a sol en los campos, sembrando, cosechando, haciendo dulces, cuidando cabras, y todo por el intercambio de algún producto, solo a cambio de algo, de dinero  eran palabras mayores y de un día para el otro ser empleado del ferroviario cambiaba radicalmente la realidad de esa familia que tenia el honor y la dicha de obtenerlo.
Pero pocas fueron las familias del pueblo que ocuparon algún cargo en el ferrocarril, por lo que me cuentan Alfredo Cardozo y su hermano Roberto estaban entre los mas agraciados. Formaban parte de los "Zorreros" una cuadrilla que estaban a cargo del mantenimiento de las vías entre El Portezuelo y la Merced,  y también de las lineas telegráficas que existieron hasta los 90 y que poco a poco fueron siendo desmanteladas por el robo de sus viejos hilos de cobre y también por el llamado Progreso, por que por la misma traza se hicieron los trayectos de tendido de fibra ópticas de diferentes empresas de Telecomunicaciones.
 Los Zorreros se trasladaban en una "zorra" o dresina, también conocida como «zorra de vía» o «zorra de rieles», era un vehículo ferroviario ligero, conducido por personal propio del servicio, equipado para transportar el personal y material necesario para la conservación de las instalaciones ferroviarias. 
Ellos eran tenían la responsabilidad de nada mas y nada menos que cuidar de las vías del tren y que su servicio no fuera interrumpido por ningún motivo, responsabilidad que tomaban muy en serio.
Los viejos del pueblo contaban que el tren hablaba, que se hacia sentir y se anunciaba antes de llegar al pueblo, tanto de ida como de vuelta. Cuando venía hacia sonar su silbato en lo que hoy es el puente sur  y su característico chucu... chucu... chucu hasta llegar a la estación donde al detenerse una espesa nube de vapor se escapaba con el característico sonido del mismo shhuuuuuuuuuuuuuuu. Se bajaba el guarda y tomaba conocimiento de las novedades del dia controlaba el pasaje tanto de los que bajaban  como de los que subían  y al fuerte silvido de su pito que tenia  anunciaba que era hora de partir. Lentamente con unos silbatos el tren comenzaba a partir y recorrer este hermoso cañon rodeado de una verde vegetación y esplendorosos cerros donde podían ver a mucha distancia las filas de cabras que transitaban diariamente sus laderas y filos, imagino un paisaje deslumbrante, majestuoso, con un tren a vapor transitando curvas y contracurvas con ese irremplazable sonido que solo una máquina de esas puede hacer.
Y así transcurría la vida de un pueblo con gente que iba y venia  a la ciudad subiendo y bajando de esos viejos vagones trayendo cada vez mas cosas siendo atrapadas por la postmodernidad que lentamente y casi sin darse cuenta empezaba a marcar el principio de su propio fin.
La historia reciente "Todos" o  "Casi Todos" la conocemos y si no la conocemos estamos obligados a conocerla.
Llegó le proceso militar, aproximadamente a partir de 1976 entró en una época de reducción acentuada durante los tiempos del Proceso de Reorganización Nacional, período en el cual se incrementó el levantamiento de vías y la clausura de ramales y éste Ramal el A6 Catamarca - Superí es víctima de las políticas reduccionistas que fueran impactadas en catamarca, primero con algunos de sus ramales y luego con su cierre definitivo.
Tiempo después el gobierno nacional transferirá estas vías a la órbita de Vialidad Nacional   para la construcción de la nueva traza de la Ruta Nacional Nª 38 y ocupará  el terraplén  para concretar su nueva obra. Obra que como todo asesino se encargo de destruir cada una de las estaciones sin temor a olvidarlas y negando el legado cultural que ello implicaba.
Y así nuevamente en nombre de el PROGRESO mataban una infraestructura tan poderosa, masiva y económica que genero el desarrollo de los pueblos del Cañón de Paclín para llevar IRÓNICAMENTE a los pueblos el PROGRESO del desarrollo vial, autor material del asesinato del ferrocarril y de los mismos pueblos que ante la nueva traza de la ruta nacional sus pueblos quedaron en el olvido.
Otra vez pueblos olvidados, casas abandonadas, viejos testigos de como la juventud se iba de sus raices por que no tenían futuro. Y a medida que fueron desapareciendo invisibilizados por el nombre de este verdugo  se fueron con ellos la sabiduría de sus vidas, sus experiencias, las tradiciones y los recuerdos de que aquellos tiempos pasados siempre fueron mejores.

domingo, 12 de abril de 2020

Cuesta del Portezuelo




sábado, 8 de marzo de 2014

LOS MACHOS TAMBIEN LLORAN....

El vibrador de mi celular me hizo interrumpir mi atención en una reunión, miré fijamente la pantalla y tenía un mensaje de mi primo Pablo...." MURIO ÑOÑO"....
Inmediatamente me levante de la silla y todos me miraron, comence a llamar y me confirmaron la triste noticia, me despedí y me vine para mi casa....